Las 7 Claves en Visual Merchandising
7 Claves Visual Merchandising,¿cómo llevar a cabo una correcta implantación?¿cómo influye en el negocio?.
La labor de aplicar el visual merchandising a una superficie de venta no es tarea fácil, todo el trabajo realizado se transmite en segundos al cliente en el momento que accede a la tienda. Las sensaciones y percepción que tenga el cliente al acceder son clave para que se sienta cómodo, le guste lo que vea, se encapriche del producto y se lleve a cabo un proceso de venta.
La mayoría de compras que realizamos son por impulso y ahí es donde entra en juego llevar a cabo una buena estrategia de visual merchandising, tiene que sorprender, impactar y conseguir atraer la atención del cliente.
Para una correcta implantación del visual merchandising, hay que tener en cuenta 7 claves para que éste funcione.
Amplitud del espacio visual.
Cuando el cliente accede a la tienda lo primero que tiene que sentirse es cómodo con lo que ve y con el espacio. Para que lo que se transmita sea esto, es primordial que visualmente el espacio de sensación de amplitud y no al contrario. No se trata de que el local comercial sea más grande, se trata de saber optimizar el espacio sin necesidad de sobrecargarlo de mobiliario y de producto. Si sobrecargamos el espacio con mobiliario o producto, el producto va a pasar más desapercibido y puede producir en el cliente por un lado, sensación de agobio, y por otro lado, que no se fije en ningún producto en concreto y no se lleve a cabo la venta.
Una correcta planificación e implantación del visual merchandising van a ser la pieza clave para la distribución del espacio del mobiliario y el producto óptimo para exponer según m2 del local comercial.
Para guiarnos en cuál es el espacio máximo que podemos utilizar con el mobiliario en la superficie de venta, tenemos el COS (Coeficiente de ocupación del suelo),y se calcula de la siguiente forma:
COS = (metros de lineal al suelo / metros de superficie del comercio) x 100
Lo ideal es que una vez calculado, esté entre el 25% y el 40% de ocupación del local.
Organización de los productos.
Los productos siempre tienen que estar organizados para que visualmente sean más atractivos y consigan crear en el cliente deseo de compra. A la hora de organizar los productos, siempre tiene que hacerse de manera que combinen entre sí y se vean diferenciados del resto. Siempre tiene que haber una concordancia de los colores entre productos y tienen que quedar bien definidos para diferenciarse del resto y que visualmente al entrar en la tienda, se vean bien definidos por colecciones y por colores .
Un exceso de producto , produce que no se defina bien visualmente en el espacio destinado y a consecuencia de esto la superficie de venta no llame la atención y no quede atractiva. Para evitar que se produzca esto, lo idóneo es ir rotando el producto, a parte de que aportamos novedad al cliente con cada cambio, aportamos una imagen nueva y eso crea en el cliente una sensación de compra constante.
Iluminación adecuada en el montaje de visual merchandising
La iluminación es un factor determinante en el conjunto de las 7 claves Visual merchandising, con ella podemos dar protagonismo a determinados productos, tanto mobiliario de suelo como paredes, iluminando de forma directa el producto y de forma indirecta los pasillos y zonas del recorrido del cliente .
Según la zona a iluminar, usaremos un tipo de iluminación u otra, esto va a depender de las zonas donde se ubique un producto u otro y de las llamadas zonas frías o calientes. También un factor que influye mucho son las propias características del local, ya que si el local es en calle y hay mucha entrada de luz, la intensidad tendrá que ser inferior a si la entrada de luz es menor.
Lo principal es que el producto o el conjunto de productos esté bien enfocado para crear pequeños espacios y diferenciar colecciones, e incluso dar protagonismo a los maniquíes de interior de la tienda.
Altura y visibilidad de los productos.
La altura óptima para la colocación de los productos es a la altura de los ojos, ya que es la zona de mayor influencia por compra a la hora de colocar los productos, es la altura del campo de visión del ser humano.
Esta altura es la correcta para poner artículos de compra por impulso, artículos de novedad o aquellos más rentables y con mayor imagen para el establecimiento.
En el nivel inferior de un perimetral si nos fijamos, normalmente se suele poner el calzado, por un lado porque su finalidad es la de ser artículo complementario a las siluetas para crear un look, y por otro lado es un artículo que siempre asociamos a esa altura debido al uso que tiene.
En la parte superior se ubican los artículos de menor rotación y aquellos que sirven para dar imagen al perimetral, como pueden ser los bolsos o carteles de imagen.
A la hora de montar un perimetral tenemos que tener en cuenta siempre que la ropa esté a la altura de la visión del ojo humano, por un lado para conseguir captar la atención del cliente, y por otro lado para que sea más accesible.
Uso de maniquíes en visual merchandising.
No hay un buen montaje de visual merchandising sin el uso de maniquíes, ya que estos dan mucha imagen e impacto al cliente y ensalzan el proyecto. Su principal función es la de mostrar las prendas que se quieran vender, como pasa en los escaparates, pero en el caso de los maniquíes de interior, a parte, también tienen la función de potenciar la imagen del montaje de visual merchandising.
Podemos encontrarnos con un solo maniquí que sirve de apoyo a una mesa o una pared, o también podemos utilizarlos por grupos para separar los montajes de las diferentes colecciones en una superficie de venta, también para dar entrada a la tienda impactando y mostrando lo que va a encontrar el cliente en ella.
Su ubicación va a depender del espacio del que se disponga, tanto en espacios más reducidos como más amplios, es aconsejable dotarlos de diferentes alturas mediante podiums para darles mayor dinamismo y visibilidad para que resulten más atractivos.
Los maniquíes al final son el elemento principal en un buen montaje de visual merchandising, y por este motivo hay que saber darles el uso adecuado para sacar el mayor provecho de la imagen y así impactar en el cliente.
Los precios tienen que estar visibles
Un punto muy importante que hay que tener siempre en cuenta es el de dar visibilidad a los productos que estamos vendiendo mediante su precio.
Un error muy común es no informar de los precios en los productos, a la hora de hacerlo siempre tenemos que mirar el conjunto de la composición y no excedernos con la cartelería. Un buen montaje de visual merchandising tiene que tener un equilibrio entre la imagen y los carteles de precio, ya que si nos excedemos con estos, lo único que podemos conseguir es no transmitir al cliente una imagen clara y definida.
Un exceso de cartelería en el visual merchandising lo único que provoca es restar impacto en el cliente y estropear todo el trabajo realizado.
El producto siempre protagonista en el visual merchandising.
Si hay un punto clave en un montaje de visual merchandising, es que el producto tiene que ser el punto de referencia para el resto del proyecto. A la hora de realizar la distribución de los perimetrales y el mobiliario de suelo junto a los maniquíes, es fundamental tener en cuenta que todos estos elementos son meros potenciadores del producto. Por lo tanto, el uso en la distribución tiene que permitir visibilizar los productos en todo momento y darles protagonismo, siendo el eje central del impacto visual.
Un recurso muy utilizado para potenciar el producto es, a parte de mostrarlo en un maniquí, acompañar a este con un perchero con dichos productos, así facilitamos la localización de estos y potenciamos su venta.